Envejecimiento global y severo de la cara, y sus manifestaciones principales: arrugas, surcos y descolgamiento de los tejidos. Asimismo, lesiones cutáneas producidas por la exposición solar, manchas cutáneas, hiperqueratosis seniles y secuelas cicatriciales (acné, varicela, traumáticas, etc.).

Indicaciones

Los peelings químicos profundos sólo deben realizarse en la cara, habitualmente en toda su extensión para conseguir, tal es el grado de renovación cutánea, un resultado homogéneo. Si tuvieran que realizarse de forma localizada (por ejemplo, por arrugas en el labio superior o en el contorno de los ojos), será necesario tratar la totalidad del área dermoestética en que estén situadas las lesiones; en estos casos, se suele recurrir, en el mismo acto terapéutico o a posteriori, a un peeling químico medio para el resto de la superficie facial.

Método

Consiste en la aplicación de una solución química sobre la piel; habitualmente se trata de formulaciones magistrales, que pueden contener uno o varios productos químicos. Alguna de estas formulaciones y el protocolo terapéutico propio tienen nombre propio: Gordon, Baker, Molding Mask, Silk Face, Exoderm-Lift, Universal Peel, etc.

Durante las dos semanas que preceden al tratamiento puede resultar necesario realizar una adecuada preparación de la piel, con limpiezas y la utilización de cremas específicas.

En el momento del tratamiento, se suele utilizar anestesia local y sedación del paciente. Es un tratamiento totalmente ambulatorio.

Tras un concienzudo desengrasado de la piel, se aplica uniformemente la solución sobre la superficie cutánea.

A continuación, existen dos tipos de protocolos: unos en forma de “cura abierta”, aplicando una serie de cremas específicas; otros en forma de “cura oclusiva”, aplicando  mascarillas, a base de esparadrapo, láminas de recubrimiento y/o polvos terapéuticos. Esta fase, durante la cual se produce el recambio cutáneo previsto, dura de tres a ocho días, según el procedimiento utilizado.

Se suelen aprovechar estos días de “retiro forzoso” (por el aspecto de la piel o de las máscaras utilizadas) para realizar una cura de reposo, anti-stress o anti-tabaco; una dieta semi-líquida, que puede ser hipocalórica si interesa una reducción de peso; y una medicación complementaria, con fármacos antiradicales libres, vitaminas, etc.., para frenar el envejecimiento cutáneo.

Tras esta fase, el paciente se reincorpora a sus actividades sociolaborales, e inicia la aplicación de cremas regeneradoras y  protección solar total. Puede utilizar maquillaje.

El proceso de regeneración cutánea se completa en dos o tres meses.

Tratamiento

Se desarrolla, habitualmente, en una única sesión.

En algunos protocolos, se realizan dos y hasta tres sesiones en días consecutivos, en función del inestetismo o lesiones que se desean tratar, de las características evaluadas de la piel del paciente, y de la propia evolución inmediata del caso.

Excepcionalmente, puede ser preciso un retoque o repaso secundario, transcurrido al menos un mes.

Duración del tratamiento

Entre treinta minutos y dos horas.

Inconvenientes

Por las propias características del tratamiento, y la variabilidad en la respuesta y el restablecimiento cutáneos, debe considerarse un período de siete a diez días de baja sociolaboral.

Este tratamiento debe realizarse fuera de la época estival, puesto que la exposición solar, incluso involuntaria, debe evitarse durante dos o tres meses.

Está contraindicado en los pacientes con diabetes insulino-dependiente, con insuficiencia renal o hepática, o con cardiopatías graves.

Se desaconseja en pieles muy oscuras.

Sólo debe tratarse la piel de la cara; no deben ser tratadas otras regiones corporales, que, por no disponer de las características histológicas de aquella, podrían sufrir alteraciones cicatriciales o discromías en la fase de recuperación.

Comentario

La regeneración cutánea que se produce con los peelings químicos profundos es tan importante que, transcurridos dos meses del tratamiento, el paciente aparenta fácilmente cinco, diez o hasta quince años menos. Los resultados son tanto más espectaculares cuanto mayor es el grado de envejecimiento de la piel tratada.

En el proceso de reparación y renovación cutánea no solamente se ve implicada su superficie, sino todos los estratos; existen una  neoproducción y estructuración de las fibras de colágeno y elastina, responsables de un evidente retensado tisular: es el “efecto lifting” que siempre llevan asociado estos peelings.