Método para la reducción del tamaño de los senos y recolocación de los senos descolgados.
Método
La mamoplastia reductiva consiste en la eliminación cuantificada de tejido graso y/o glandular de las mamas, para lograr una reducción de su volumen.
Si existe ptosis mamaria, en la misma intervención, se realiza una mastopexia que significa la reubicación y anclaje del tejido mamario descolgado, la recolocación de la areola y el pezón a la altura procedente, y la exéresis programada del excedente cutáneo por la parte inferior de las mamas. En función de las características personales del paciente y, sobre todo, del volumen a reducir, la intervención se puede realizar con anestesia local y analgesia-sedación, o con anestesia general.
En la mastopexia simplificada se realiza una simple recolocación de todas las estructuras mamarias relajadas (tejido glandular, piel y complejo areola-pezón); pudiendo incluso, a solicitud de la paciente, realizar una mamoplastia aumentativa, con inclusión de prótesis, en la misma intervención. En ambos casos, puede realizarse con anestesia local y sedación, o con anestesia general.
Tras la intervención se coloca un vendaje compresivo. Si se practicó bajo simple anestesia local, la paciente regresa inmediatamente a su domicilio; si se practicó bajo anestesia general, permanece ingresada 12-24 horas.
A las 24-48 horas se retira el vendaje. A partir de ese momento la paciente puede ducharse.
A los diez días se retiran los puntos quirúrgicos.
Habitualmente, se recomienda la utilización de un sujetador elástico, día y noche, durante 30 días.
Duración del tratamiento
Entre dos y cuatro horas.
Inconvenientes
Tras la cirugía aparerecen equímosis y hematomas.
Las complicaciones postoperatorias graves son infrecuentes: grandes hematomas, infecciones, dehiscencia de las heridas, …
La paciente se reincorpora a sus actividades habituales en 8-10 días, con la única precaución de no realizar esfuerzos con el tronco y los brazos. No podrá realizar actividades deportivas por un periodo mínimo de treinta días.
Durante un tiempo más o menos prolongado pueden existir cambios en la sensibilidad del complejo areola-pezón, una hipersensibilidad en toda la mama y una consistencia más dura en alguna de sus regiones.
La mamoplastia de reducción y la mastopexia dejan cicatrices permanentes. La mayoría están situadas en líneas y pliegues naturales (límite de la areola, surco inframamario,…); con el tiempo, salvo complicaciones (cicatrices hipertróficas, queloides o pigmentaciones), que serían tratadas oportunamente, resultan poco apreciables.
Comentario
A pesar de las cicatrices, el resultado estético de una mamoplastia de reducción y/o una mastopexia es altamente satisfactorio y reconfortante.
El inestetismo que puede suponer un exagerado volumen mamario es fuente de graves y trascendentales complejos a cualquier edad, pero particularmente en la adolescencia, con significativas repercusiones psicológicas.
Pero es que, amén del inestetismo un exagerado volumen mamario puede provocar transtornos funcionales respiratorios, y posturales a nivel de la columna vertebral, con dolor y deformidad de la espalda.